¿En ocasiones quisieras “asesinar” a tu pareja?

Todos los que hemos tenido una pareja afectiva, sin lugar a dudas, también hemos sentido en algún momento esas inmensas ganas de “matarla”. Ese desagradable momento de confusión en donde ninguno de los dos está dispuesto a ceder, pero tampoco quieren perderse mutuamente.
Bueno… lamento decepcionarte pero no te daré una pastilla mágica con la que te convertirás en un experto en relaciones, porque para serte honesto yo tampoco lo soy. A cambio de eso modestamente compartiré contigo mis primero pinitos en la solución de conflictos de pareja no sin antes recomendarte un buen masaje relajante en pareja y disfrutes de sus fabulosos beneficios :) .

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El amor es el camino más corto para solucionar las dificultades de pareja

Ahora sí, vamos a explorar algunos consejos muy útiles para que tanto tú, tu pareja y la relación sean los ganadores luego de un conflicto.

No agredas a tu pareja

No es casualidad que esté en el primer lugar, pues parece un asunto de sentido común verdad? Te tengo un dato: ¡No es así! a pesar de parecer una cosa del sentido común, es aquí en donde fallamos y todo pasa de ser una simple situación a convertirse en un “problema” de urgente solución.
Mi primera recomendación, aunque te invada esa extraña sensación de debilidad y vulnerabilidad al hacerlo, siempre déjale claro lo mucho que lo quieres, y que tus sentimientos están muy por encima de la situación que tratan de negociar o sobrellevar.

Los sentimientos no se negocian 

Evita menospreciar los sentimientos de tu pareja en medio de la situación. Todos hemos escuchado la frase: “Claroooo! cuando tú lo haces es algo normal, pero cuando lo hago yo……..”. Esto ocurre porque se nos dificulta entender emocionalmente a la pareja. Nuestro egoísmo nos impide valorar y aceptar los sentimientos del otro; filtramos y tildamos de bueno, malo, feo, bonito, tonto, y hasta de estúpido, lo que nuestra pareja siente y trata de expresar en medio de la discusión. En lugar de esto, expresarle que entiendes su sentimiento reducirá las tensiones. Justificar tu comportamiento, sea según tú, bueno o malo, no ayudará en nada, escúchame bien por favor: No ayudará en NADA, entorpecerá las negociaciones y llenará de resentimiento y deseos de venganza a tu pareja (Buscará la manera de hacerte sentir lo mismo que ella siente ya que tu estas cerrado y no entiendes).

Acepta tu responsabilidad en la situación.

Esta es una actitud que admiramos inmediatamente la vemos. Es la actitud que desarma al armado, que tranquiliza al exaltado, que torna humilde al soberbio, bueno en fin… sé que ya me entendiste. Tu discurso siempre debe iniciar con una frase igual a: “Reconozco que…”, “Sé que fallé en…”. Y si a este tema de la aceptación de responsabilidades le introduces anteriormente (sin que ella lo note) “Mi amor mira…”, “Mi cielo oye…”, o cualquier bochornosa, y empalagosa frase que utilizan cuando nadie los escucha, habrás recorrido gran parte del camino. No significa que te estas doblegando, aunque a veces es así como se siente, simplemente estas demostrando interés y poniendo de tu parte para resolver el problema.

No generalices 

En medio de la discusión no es conveniente utilizar términos extremistas como: “Tu nunca…”, “Tu siempre…”, “Todo…”, “Nada”, este tipo de extremos agregan un toque hostil al ambiente y vuelven los problemas un tanto irresolubles por una razón muy sencilla: ¿Si siempre hago lo mismo, entonces por que estás conmigo?, ¿Si todo lo hago mal, entonces por que estás conmigo?, ¿Si nada te sirve, entonces por que estás conmigo?, Es aquí en donde comenzamos a discutir cosas que no tienen nada que ver con la situación que debemos negociar.
Sé muy objetivo con tus señalamientos, acostúmbrate a señalar comportamientos, situaciones, o fallas puntuales, indicando lo que esto te genera o hace sentir, pero no culpes a tu pareja por ello.

Con esto evitamos caer en la penosa discusión referente a quien quiere más a quien, o quien hace más por la relación, u otro montón de cosas que no tienen absoluta ni patéticamente nada que ver con el problema que se desea resolver en ese momento.

Sé honesto contigo mismo

No por ser el último es el menos importante. Aprender a identificar, aceptar y expresar tus verdaderos sentimientos con honestidad es toda una virtud, y de aquí radica que tu pareja realmente entienda y ayude a solucionar o al menos mejorar ese aspecto que afecta a la relación.

Y recuerda… ¿Qué sentido tiene ganar la discusión si a cambio pierdes a tu pareja?

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Saludos…

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Hola! Créeme que para nosotros es un placer tenerte aquí. :)

En nuestras horas al frente de un computador o teléfono inteligente vagamos y vagamos y vagamos… y vagamos por sitios web que en la gran mayoría de los casos no logran seducirnos y atrapar nuestra atención. Quiero decirte algo: Aquí te pasará exactamente lo mismo, así que.. si yo fuera tu cerraría el navegador en este preciso momento jejejeje :). Es broma. :)

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